Comida del Curso 2009 |
Después de los saludos iniciales, pasamos a la capilla, donde tuvimos un rato de oración y pidiendo por todas las necesidades de la diócesis, recordamos a los dos compañeros que en Septiembre serán ordenados diáconos permanentes, a los sacerdotes enfermos, a los miembros de nuestras familias que han partido a la Casa del Padre y por tantas necesidades que nos preocupan.
Terminada la oración, en el porche de la casa de ejercicios, estuvimos conversando amigablemente, formadores, esposas, hijos y nosotros y llegada la hora de las comida, pasamos al comedor, donde junto a las parejas que estaban realizando un cursillo prematrimonial, compartimos una apetitosa comida, servida por las buenas religiosas que gobiernan la casa.
La jornada, sirvió para hablar, rezar, reír, compartir, brindar y degustar los manjares que nos prepararon, pero sobre todo para ir fortaleciendo la pequeña familia diaconal diocesana.
Comida del curso 2011 |
Al igual que cualquier familia, las dificultades económicas, los problemas familiares, la enfermedad, la diferencia de pensamiento de algún hijo, no falta entre nosotros, pero gracias a Dios: “Yo se en quién he puesto mi confianza” (2Tim 1,12).
En estos años de estudio y preparación, nuestros formadores, nos han mostrado que sólo de la mano del Divino Maestro, podemos servir a la Iglesia, en el lugar donde el obispo nos destine, ayudando a nuestros sacerdotes en su misión de apacentar el pueblo de Dios, amándolo: “Como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella” (Ef 5,25).
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