Según afirma Infovaticana, y otras fuentes oficiales, el Arzobispo canadiense Paul-André Durocher sugirió el diaconado femenino, durante su intervención en la Asamblea del Sínodo sobre la Familia en Roma
Durante su intervención el pasado martes en la Asamblea del Sínodo de
la Familia, el arzobispo canadiense Paul-André Durocher propuso al
resto de padres sinodales que las mujeres pudieran ordenarse como
diáconos.
Paul-André Durocher, Arzobispo de Gatineau, Quebec, Canadá |
Así lo reconoció el propio Durocher en declaraciones a Catholic News
Service: “Creo que deberíamos empezar a mirar seriamente la posibilidad
de ordenar a mujeres diáconos”.
Esta medida ha sido propuesta como una forma de que las mujeres
tengan mayor participación en la vida de la Iglesia, ya que las
funciones del diaconado se orientan “no hacia el sacerdocio sino hacia
el ministerio”.
El Concilio Vaticano II enumera las funciones litúrgicas y pastorales
del diácono: “Administrar solemnemente el bautismo, reservar y
distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre
de la Iglesia, llevar el viático a los moribundos leer la sagrada
Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto
y oración de los fieles, administrar los sacramentales, presidir el
rito de los funerales y sepultura”.
Estas funciones, según esta propuesta, ahora podrían ser desempeñadas
por mujeres. El arzobispo canadiense también habría propuesto en su
intervención que las mujeres ocupen puestos de responsabilidad en la
curia romana.
La Iglesia, con su experienia de más de dos siglos, con su sabiduría e iluminada por el Espíritu Santo, decida esta apertura de las mujeres a su seno, mediante un ministerio ordenado.
La Iglesia, con su experienia de más de dos siglos, con su sabiduría e iluminada por el Espíritu Santo, decida esta apertura de las mujeres a su seno, mediante un ministerio ordenado.
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