Viajar en transporte público a menudo da ocasión de un diálogo positivo y enriquecedor. Quien me preguntó quería entender qué significaban algunos de los «cargos» —ésta era la expresión que utilizaba— que hay en la Iglesia. Fácilmente se hacen comparaciones con otros estamentos de la sociedad civil y es necesario situar las cosas en su sitio.

Con situaciones como ésta, nos encontramos a menudo, y ponen en evidencia la necesidad que existe hoy de información, procedente de una ignorancia religiosa que tiene muchas causas, no sólo por falta de conocimiento, sino de ambiente y práctica cristiana.
El servicio diaconal enla Iglesia es poco conocido y, por parte de todos los que formamos las comunidades cristianas, aún necesita de un reconocimiento más afectivo y efectivo. Como dice el Concilio Vaticano II, corresponde al diácono, según se lo haya asignado la autoridad competente, administrar solemnemente el bautismo, conservar y distribuirla Eucaristía, asistir y bendecir el matrimonio en nombre dela Iglesia, llevar el Viático a los moribundos, leerla Sagrada Escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración de los fieles, presidir el rito de los funerales y la sepultura.

Sebastià Taltavull Anglada
Obispo auxiliar de Barcelona